lunes, 19 de julio de 2010

TRADUCCIONES EMOCIONALES


El ser humano se comunica de muchas formas. De manera verbal, de manera corporal, con el tono de la voz, con la ropa, con el ritmo de la respiración, con los patrones, los tics… ¡Todo lo que pasa contigo, comunica algo, absolutamente todo!

Una de las formas más importantes de comunicación es la Comunicación Emocional, es decir, todo aquello que nuestros estados emocionales comunican. Cuando estamos inmersos en un estado emocional específico, mostramos una actitud específica, nuestro cuerpo tiene reacciones particulares según nuestro estado, lo mismo pasa con nuestros gestos, nuestros tics, nuestros patro… ¡Un momento! Estoy notando que aquellas formas de comunicación que describí arriba se derivan de nuestros estados emocionales. Pensémoslo bien.

Cada uno de nuestros estados emocionales, tiene una buena cantidad de demostraciones en el afuera. Hagamos de cuenta que nos encontramos inmersos en la tristeza; nuestro cuerpo se siente sin ganas, nuestra cara tiene un gesto plano (si es que no nos encontramos llorando), probablemente nuestra chaqueta o saco estén cerrados, nuestros pies juntos y muy seguramente nos encontramos sentados. Si nuestra tristeza ha durado algunos días, probablemente hemos comido menos de lo normal, dormido mal y hasta puede que estemos hablando menos con las personas con las que nos tratamos a diario, algunos incluso se ponen irritables y de mal genio. El tono de voz probablemente sea bajo y quizá estemos hablando lento.

Como vemos, un estado emocional se comunica de todas las formas posibles. Y no sólo estamos programados para comunicar nuestras emociones, también estamos diseñados para detectar las emociones de los otros. Lastimosamente la cultura nos ha hecho olvidarnos de las emociones y concentrarnos en las racionalizaciones, hasta hace pocos años, empezamos a darnos cuenta del poder que tienen las emociones en cada uno de los aspectos de nuestras vidas. Este olvido del poder de las emociones, ha hecho que la mayoría de las personas no pensemos en ellas con frecuencia, simplemente las vivimos, las padecemos en algunos casos y, en otros casos, tratamos de evitarlas, de ser sus víctimas.

Esta constante dinámica cultural de evitación de las emociones (o las pasiones como la llamaron los filósofos modernos y las concibieron como las causantes de los errores del juicio adecuado) ha hecho que seamos malos intérpretes de la comunicación emocional. Tenemos que volvernos a entrenar en la percepción de las emociones propias y de los otros. Tenemos que aprender a hacer TRADUCCIONES EMOCIONALES.

¿Qué es una traducción emocional? Es la interpretación emocional que hacemos de las acciones de otros. Dicho de otro modo: un gesto, una palabra, una frase, un movimiento, una disculpa emitida por el otro, siempre tendrá un efecto emocional en nosotros.

El problema de ello, es que el mismo gesto, emitido por la misma persona, en el mismo instante, puede ser interpretado de manera distinta por cada uno de los receptores del mensaje. Por ejemplo, una persona con la que estamos empezando a salir puede decirnos: “¿Sabes? Eres una persona muy interesante, pero me parece prudente que vayamos más despacio”. Cada persona hará una traducción emocional dependiendo de su historia de vida, sus creencias y muchos otros aspectos personales de su vida. Las posibles traducciones que podemos encontrar frente a esta frase pueden ser:

· “Maldición, quiere tomarse las cosas de manera lenta, realmente no le intereso”
· “Qué bien, realmente le intereso y le parece importante que nos conozcamos de manera adecuada”
· “Me dijo que soy interesante, casi siempre que dicen eso es porque realmente les importa un bledo”
· “Definitivamente le parezco interesante, voy por buen camino”
· “Ah, es una persona muy prevenida, mejor no me meto con ella, esa desconfianza es de lo peor”
· “Definitivamente prefiero una persona más arriesgada”, etc.

Podría hacer una lista infinitamente larga de la cantidad de traducciones emocionales que hacemos de lo que las personas nos dicen. Seguramente ahorita estás pensando ¿y ahora cómo se puede saber qué es lo que REALMENTE quiso decir esa persona?

Hay varias opciones: la primera, preguntar directamente; como segunda opción está conocer a profundidad la Historia Emocional de esa persona o bien, un tercer camino puede ser: escuchar realmente las emociones de la persona y no basarnos en nuestra propia Historia Emocional (espera un próximo post con la explicación de este concepto).

Preguntar directamente es el camino más rápido a que te den un bofetón, que te boten el agua (si vas a preguntar directamente, asegúrate que el otro esté tomando una bebida fría) en la cara o que simplemente no vuelvan a salir contigo. Preguntar directamente te hace correr un riesgo muy alto de meterte en cosas que no te competen. Por ejemplo, si le dices a la persona: “¿Estás realmente interesad@ o sólo lo dices para que yo esté tranquil@ y deje de ser tan insistente?” Sea cierto o no, la mayoría de los seres humanos nos molestamos cuando los demás pongan palabras en nuestra boca; te lo garantizo, la queja más frecuente en mi consultorio es esa: “doctor, es que mi espos@ se la pasa “leyéndome la mente” pone palabras en mi boca todo el tiempo y ni siquiera hace el esfuerzo de escucharme”.

El siguiente paso es conocer la historia emocional de la otra persona, tener un panorama completo de su crianza, de sus relaciones pasadas, de sus creencias acerca de las emociones, etc. Si apenas estás saliendo con una persona es muy difícil que conozcas su historia emocional (aunque es algo que puede entrenarse); aún si es tu esposa o hermano, es poco probable que tengas un conocimiento exacto de ella. He visto en mi consultorio como parejas de 25 años de casados no conocen a profundidad (a veces ni siquiera un poco) sus respectivas historias emocionales. Como aprenderemos luego, la historia emocional de una persona puede cambiar fácilmente, así que, esta opción tampoco es la más útil para hacer buenas traducciones emocionales (aunque en términos de seducción después de la seducción, es importante que hagamos un gran esfuerzo por conocer las historias emocionales de nuestra pareja).

Por último, el camino de la observación directa es un ejercicio de detallar cada cosa que el estado emocional del otro nos comunica. Para ello tenemos que tener claro qué es un estado emocional. Su nombre es muy claro, un estado emocional es la cualidad emocional de un momento específico. Para entenderlo mejor es mucho más fácil conocer de qué está compuesto:

1. Una representación interna
2. Un lenguaje corporal específico coherente con el estado emocional
3. Un tono de voz específico coherente con el estado emocional
4. Una causa que lo dispara.

Hay dos elementos que no podemos conocer tan fácilmente, cuando hacemos traducciones emocionales: la causa el estado emocional que se está presentando y la representación interna de la misma. Ambos elementos hacer parte de la historia emocional del sujeto, así que es mejor no centrarse en esos dos elementos cuando no conocemos esa historia.

Los otros dos elementos si son bastante claros y son muy sencillos de observar. Siendo así, te daré algunas pistas de cómo se comporta el cuerpo y la voz en cada una de las cuatro emociones básicas, así podrás hacer traducciones emocionales más cercanas a la realidad.

Ira: Cuando estamos molestos, toda la sangre de nuestro cuerpo se va hacia nuestras extremidades. ¿Has sentido estando iracundo que puedes correr, golpear, saltar y moverte con más fuerza? Bueno, es por eso, porque tus extremidades están listas para atacar y para defenderte. En términos más sutiles una persona que esté un poco molesta, apretará puños, cerrara el espacio entre sus dientes así esté sonriendo, sonreirá con su boca pero no con sus ojos, los tendrá entrecerrados, como sospechando. Su voz será fuerte y notarás que marca los acentos de manera tajante y la palabra interesante no sonará “interesante”, es decir, ese tono de voz no tendrá nada que ver con ello. Recuerda que un buen tip para comunicar emociones es hacer que las palabras suenen como su significado. A veces, el que está molesto, baja su voz más de la cuenta, ya que está intentando contrarrestar la rabia o la molestia.

Felicidad: El cuerpo de un feliz se comporta de una manera similar a la de un iracundo. Sus piernas y brazos están listas para la acción para saltar, celebrar, cuidar y generar vínculos. Las reacciones fisiológicas corporales son casi las mismas en la ira que en la felicidad, sólo que en la ira se presentan en un grado más intenso. He ahí el peligro de que muchas personas les guste estar molestas (yo era uno de ellos). La voz de la persona feliz sí tiene acentos mucho más marcados, sus ojos son coherentes con su sonrisa, las palabras suenan realmente transparentes, su postura corporal está mucho más tranquila y relajada. Realmente sientes que, cuando dice interesante, suena interesante. Siempre he dicho una cosa: hay que confiar en nuestro estómago, si sientes algo en el estómago que te parece cómodo y tranquilo, seguramente estás frente a una reacción genuina.

Tristeza: ¡Ten cuidado! Las personas tristes tienden a ser altamente persuasivas y es posible que caigamos en la trampa de la simpatía o la lástima y terminemos cediendo a cosas que no queremos. El cuerpo de la persona triste se ve triste, la sangre está casi toda en el cerebro, por lo que la persona probablemente esté sentada, cruzada de brazos, como abrigándose (¡así es, la tristeza da frío!). Al tener tanta sangre en el cerebro, la reflexión se dispara y, curiosamente, también la creatividad (esta también se dispara en la felicidad pero toma más tiempo). Es posible que el triste mienta para protegerse de decisiones estúpidas. ¿Has escuchado la frase “no eres tú, soy yo”? es un excelente ejemplo de cómo la gente se miente a sí misma y a otros en la tristeza para salir de un atascadero emocional. Esa frase siempre, siempre la he escuchado en un tono triste y melancólico. El triste también puede ser sincero, pero, de todos modos, que una persona triste te diga que eres “interesante” es poco coherente. La voz del triste es lenta, baja y plana.

Miedo: En situaciones sociales, solemos usar la palabra ansiedad para describir a alguien asustado. Aunque no es totalmente exacta la sustitución de una palabra por la otra, aceptémosla por ahora. Una persona ansiosa o asustada, generalmente tiene más sangre en sus piernas, sus manos se ponen frías y poco se puede pensar en ese momento. Quizá sus colores bajen, es decir, se ponga un poco pálido, sus pupilas pueden estar contraídas y es bastante lógico si sus labios están secos o esté pasando saliva con más frecuencia que al inicio de la conversación. El miedo, es una respuesta emocional en la que se puede confiar. La frase que tenemos como ejemplo es probablemente producida por el miedo/ansiedad de entrar en una relación con alguien de quien se sabe poco. Si la dice con este lenguaje corporal, más una voz un poco temblorosa o tartamudeando un poco, es totalmente coherente y, digamos, que en realidad si le pareces interesante, pero quiere tomarse las cosas despacio.

Es importante cómo generar todas estas señales son indicadores del verdadero estado emocional de una persona. Es bastante probable que puedas esconder algo que estás pensando, pero es muy difícil poder esconder algo que estás sintiendo. Pocas personas pueden hacerlo y, cuando pueden hacerlo, casi siempre padecen de algún trastorno de tipo afectivo. La lección de hoy es, escucha las emociones fijándote en el cuerpo y en la voz.

Haz el ejercicio en esta semana y empezarás a lograr traducciones emocionales mucho más efectivas. Leer a las personas es una de las mejores estrategias de seducción. Aquel que lee al que tiene al frente, lo escucha realmente y alcanza a notar sus necesidades, sus vacios y eso que espera de los demás. Por eso han dicho que la escucha es una de las herramientas más poderosas de seducción.

Nos vemos más adelante con otros temas emocionales y efectivos para tus relaciones interpersonales.

RECUERDA, SI ESTÁS COMPROMETID@ CON TU CRECIMIENTO PERSONAL ¡CUENTAS CONMIGO!

martes, 13 de julio de 2010

POR QUÉ ESPAÑA GANÓ LA FINAL DEL CAMPEONATO MUNDIAL DE FÚTBOL SUDÁFRICA 2010. Una lección de manejo emocional.

Muchas personas hablan sobre la final del mundial. Bueno, al menos todos aquellos que adoramos el fútbol y que disfrutamos de un certamen de alta factura como lo es el campeonato mundial de fútbol.

Algunos se preguntarán por qué he decidido escribir en un blog de seducción sobre la final del mundial. Bueno, la razón es la siguiente: ESPAÑA NOS DIO UNA LECCIÓN SOBRE EL MANEJO DE LAS EMOCIONES. Su estabilidad emocional, más el buen fútbol (que también lo tiene Holanda), fueron los dos elementos cruciales en el alcance de la victoria.

El otro día en un comercial de Gatored, escucha la frase “este juego, no es un juego”. Bueno, esa frase me quedó sonando porque, la seducción también es un juego que no es un juego. Dicho de otro modo, la seducción es un juego que no es un juego, es un juego porque se mueven fichas, hay estrategias, hay intercambio de poderes etc., pero es algo bastante serio… muy serio.

Ahora bien, dentro de juego de la seducción, existe un elemento muy importante, las emociones. Para mí, el elemento más importante de todo lo que tiene que ver con relaciones interpersonales, y crecimiento personal… y deportes… y diversión… mejor dicho, las emociones están presentes en cada momento de nuestras vidas, por eso son tan importantes en todo momento y, sobre todo, en nuestras relaciones interpersonales; más aún cuando quieres persuadir a otros.

Ahora bien, volviendo a la final del fútbol, no voy a hablar propiamente de fútbol, sino del planteamiento emocional que hizo cada uno de los equipos y que, poco a poco los fue llevando al resultado final. Hay dos puntos determinantes en este partido.

1. La agresividad desgasta
2. La tranquilidad es la base para un pensamiento claro

La agresividad desgasta.

En los últimos 15 minutos del partido, hice el esfuerzo de detallar las caras de los jugadores. Para mi sorpresa, las caras españolas, no sólo no se veían agotadas, sino que se veían tranquilas sus expresiones, como si estuvieran pensando en una partida de ajedrez, confiando en sus siguientes movimientos. Mientras que las caras de los holandeses tenían las cejas arqueadas, respiraban profundamente y se notaba el desgaste físico.

¿Qué pasó? Dos equipos europeos, con posesión de balón muy reñida, promedio de edad muy similar, estilo de juego algo parecido. ¿Por qué una selección mas desgastada físicamente que la otra? Mi teoría es que Holanda se desgastó intentando plantear un clima emocional negativo para aminorar a su oponente, el resultado: desgaste FÍSICO Y EMOCIONAL. No podemos pensar bien al interior de climas emocionales negativos.

La tranquilidad es la base para un pensamiento claro.

La intención holandesa con su planteamiento agresivo, era destruir la calma que tiene España en el medio campo, el lugar de donde provinieron la mayoría de sus acciones de gol a lo largo del mundial. Rara vez vimos que este equipo perdiera el balón por desespero, que hubiesen roces entre sus jugadores o que recurrieran a los golpes como estrategia de recuperación de balones.

La estabilidad emocional de España, la capacidad que tuvo para no dejarse caer en el juego de los climas emocionales negativos, de parar el balón y pensar de manera adecuada, fue lo que hizo que aprovecharan que su rival ya estaba agotado físicamente por el partido y emocionalmente por intentar agredir al otro equipo sin obtener resultados.

Si caes en el juego emocional de las agresiones y otros climas negativos: PERDERÁS EL JUEGO.

Esta dinámica emocional que se pudo ver en el juego entre España y Holanda, es una dinámica emocional que puede verse en las relaciones interpersonales y en la seducción.

Siempre debes mantener y lograr una estabilidad emocional, de lo contrario, caerás en climas emocionales que no te convendrán. Por ejemplo, caer en el juego emocional de los celos, es perder el control, caer en el juego emocional de autoactitudes negativas es perder el control, caer en el juego emocional de la inseguridad, es perder el control.

CONCLUSIÓN, EL MEJOR CAMINO AL CONTROL ES LOGRAR LA ESTABILIDAD. ¡Te garantizo que si estabilizas tu vida emocional te harás mucho más atractivo y podrás ganar ese juego que todo seductor o seductora quiere alcanzar: el juego interno!

Pronto un evento llegará a Bogotá y cualquier otra cuidad que lo contrate: INTELIGENCIA EMOCIONAL Y SEDUCCIÓN.

RECUERDA, SI ESTÁS COMPROMETID@ CON TU CRECIMIENTO PERSONAL, CUENTAS CONMIGO.