lunes, 22 de septiembre de 2008

La adicción a las emociones. Peligros y ventajas.


Andrea es una mujer de 26 años de edad, madre de dos hijas, cada una de ellas tiene un padre distinto. Durante toda su vida sus relaciones de pareja, incluyendo las que sostuvo con los padres de las niñas, han tenido una constante: sus compañeros han sido hombres maltratadores que la han golpeado, la han insultado, la han robado, la han traicionado e incluso han abusado sexualmente de ella. Obviamente, cada relación terminó en condiciones desastrosas y con todos los rastros negativos que esas relaciones pueden llegar a tener. Actualmente, Andrea sostiene una relación con un hombre que no tiene estas características y, curiosamente, manifiesta que valora mucho su forma de ser, su manera respetuosa de tratarla y otras características positivas, sin embargo, confiesa que no se siente atraída hacia él y que no se siente emocionalmente conectada con él.

¿Por qué Andrea prefiere a sus anteriores parejas y no a este hombre que le ha mostrado una alternativa? Tengo que aclarar que no tiene nada que ver con aquello de que las mujeres prefieren a los tan afamados en la literatura sobre seducción, “chicos malos”, pues porque es muy distinto un “chico malo” a un verdadero patán (así que, queridos lectores de la literatura se la seducción, cuídense de cruzar la delgada línea entre el chico malo y el patán). En realidad, la verdadera razón por la cual esta mujer siente una necesidad de estar al lado de este tipo de hombres, es que es una adicta a las emociones que experimentaba al interior de esas relaciones.

A diario llegan a mi consultorio una infinidad de personajes que son adictos a las emociones que se experimentan en situaciones de conflicto, maltrato, infidelidad, abuso e incluso criminalidad. Cuando tú quieres evitar o alcanzar una situación específica no quieres alcanzar o evitar la situación en sí, realmente lo que quieres evitar o alcanzar son las emociones que se experimentan en esa situación. Piénsalo un momento ¿Cuáles son esas emociones que experimentas en las situaciones que quieres alcanzar? ¿Cuáles son las emociones que experimentas en aquellas situaciones que quieres evitar? En ese momento te vas a dar cuenta que hay situaciones que no te gustan que igual sigues experimentando, incluso, si haces un examen más detallado, te darás cuenta cómo es que hay cosas que haces en contra tuya y las sigues haciendo, sólo porque eres adicto a esa emoción. No importa que la signifiques y la vivas como una emoción negativa, de todas formas es una emoción que tu cerebro se ha acostumbrado a sentir.

Las sustancias más adictivas del mundo son las sustancias que las diferentes glándulas de nuestro cuerpo secretan al sentir cada emoción. Seguramente has escuchado hablar de que una persona que se dedica a los deportes extremos, en los que experimenta sensaciones de terror y de inminente pérdida de la vida, es adicta a la adrenalina del momento. Todos hemos escuchado la palabra adrenalina y muchos pensamos que es una emoción o un estado pero, en realidad, la adrenalina es una sustancia, un neurotransmisor que hace que tu cerebro y tu cuerpo entren en un estado específico que te prepara para dar respuesta al peligro. La adrenalina puede hacer que una persona con 35 kg de sobre peso llegue a correr hasta 300 m. a una velocidad que en situaciones normales nunca hubiese alcanzado; la adrenalina gatilla un estado máximo de recursos para aumentar las probabilidades de supervivencia de la persona. Aún recuerdo que en mi infancia, cuando tenía 21 kilos de sobre peso, al ser perseguido por un perro (sí, le tenía mucho miedo los perros) fui capaz de saltar una barda que, cuando jugaba con mis hermanos, nunca fui capaz de saltar. Debo confesar que todavía recuerdo vívidamente como me sentía en ese momento, me sentía poderoso, me sentía fuerte, me sentía liviano. Luego de eso, mi gusto por el patinaje agresivo y el skateboarding, aumentó con facilidad.

Ahora bien, todas las emociones tienen una utilidad positiva para el individuo: la rabia sirve para atacar al agresor y protegerse, el miedo sirve para huir, la tristeza para reflexionar y encontrar soluciones y, la felicidad tiene funciones de segregación con el otro, generación de vínculos y protección de los congéneres, entre otras funciones. Pero debes tener en cuenta que todas las emociones tienen una utilidad positiva para el individuo. No te quejes por sentir miedo, pregúntate para qué te sirve. Ahora bien, el hecho de que todas las emociones proporcionan utilidad para el individuo es lo que hace que las sustancias que secreta nuestro cerebro sean las más adictivas del mundo. Así que podemos concluir que las emociones son adictivas.

Volvamos al caso de Andrea, ahora es más fácil entender por qué prefiere esas relaciones destructivas en las que experimentaba, miedo, rabia y depresión: se sentía con fuerza para atacar y huir, todo su cuerpo estaba activado haciéndola sentir llena de recursos, posiblemente es el momento en el que más valiosa se ha sentido en toda su vida; es como cuando tú sientes demasiada ira y la desfogas de una u otra manera ¡No puedes negar que te sientes poderoso o poderosa y que nadie te puede parar! Acabo de recordar cuando entrevistaba a los soldados víctimas de estrés postraumático y cómo cambiaban sus caras y sus cuerpos cuando les preguntaba qué se siente disparar un arma: sus ojos se abrían, sus bocas quedaba entreabiertas, su respiración se volvía más fuerte sus manos se alzaban y se abrían, su abdomen se contraía y respondían: “disparar un arma es casi tan excitante como hacer el amor”.

Es posible que Andrea asegure que detesta que los hombres la traten como la tratan, pero de otro lado, su cerebro se hizo adicto a las sustancias y los estados que proporcionan esas emociones, por eso, al estar en una relación en la que hay ausencia de estas emociones y de estas sustancias, la atracción se desvanece.

La intención de este post es que identifiques cuáles son esas situaciones que disparan estados en los cuales te sientes supremamente bien, a pesar de que la situación no sea algo normal o bueno. Identifica los estados negativos repetitivos en tu vida y de los que te queda difícil salir y también los estados positivos frecuentes en tu vida. Una vez identifiques esas situaciones y los estados correspondientes pregúntate cómo puedes usar esas emociones a tu favor y no en tu contra. Te ayudaré con un ejemplo: En mi trabajo frecuentemente me encuentro con niños que han sido abusados sexualmente, eso dispara en mi un estado máximo de ira, pero yo no enfoco la ira hacia otras personas o hacia la madre negligente etc., lo enfoco de tal forma que hago mi trabajo con una motivación más fuerte y más rápido para poder garantizar que el niño salga del riesgo en el que se encuentra y que el abusador sea identificado y castigado. UTILIZA TUS EMOCIONES ADECUADAMENTE y hazte adicto a las emociones positivas, como la seguridad, la curiosidad, la felicidad, la superación personal.

Ahora bien ¿Cómo puedes usar todo este conocimiento para seducir? Recrea las emociones que por biología el cerebro disfruta y usa para la supervivencia de maneras metafóricas o simbólicas. Hay dos caminos:

Cuenta Historias que le envíen los mensajes al cerebro y que recreen las emociones, así el cerebro de la persona a la que intentas seducir segregará esas sustancias y generará esos estados específicos (los que estuvimos en el último conversatorio de mi amigo y colega Naxos aprendimos cómo usar las historias para recrear emociones de todos los tipos), recuerda que el cerebro no es capaz de distinguir entre lo que vive y lo que imagina (o recuerda) vívidamente.

Crea situaciones simbólicas que recreen los estados específicos. La ventaja de esta estrategia es que usa el cuerpo en la generación de los estados específicos, lo cual le da más poder. Hay muchas formas de recrear la rabia o el miedo de manera saludable y experimentar esas emociones sin ningún efecto indeseado. Un ejemplo de recrear sentimiento de irá y defensa es practicar deportes de conjunto, en los que un grupo de gente tiene que experimentar sentimientos de rivalidad, defensa y ataque para poder ganar un partido y, así mismo, experimenta estados positivos relacionados con el compañerismo, la cooperación y la supervivencia de sus congéneres. Es una recreación de una guerra en defensa del territorio. El miedo puede recrearse a través de las películas de terror (el género más efectivo en la tarea de gatillar emociones), de los parques de diversiones y los juegos de azar (que en términos patológicos pueden generar adicciones incluso más fuertes que las provenientes de sustancias psicoactivas), en donde los jugadores experimentan miedo a la pérdida en cada jugada. ¿Ya estás entendiendo por qué los videojuegos son una industria tan fuerte hoy en día?

Lo mismo puedes hacer con tus clientes, con tus jefes; adolescentes, lo pueden hacer con sus padres. Crea vínculo y atracción a través de una adicción sana a las emociones de todo tipo.

Toda emoción puede ser recreada a través de la imaginación o del símbolo. ¡APROVECHALO!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen post.
:D

Anónimo dijo...

Soy adicto a mi exnovia!

Terrible!

No le encuentro lo positivo a eso, pero igual me hace falta!

Excelente post!

johnnymaquia dijo...

exelente post; crees ke todas las personas pueden llegar a ser adictas, mejor todas las personas sin excepcion son adictas a ciertas emociones?

Anónimo dijo...

¿Y como vivir el día a día con la rutina que conlleva y la falta de emociones extremas, aunque necesites solo las positivas? me explico?